Investigadores de Lo Oculto de nuestra Universidad Latinoamericana de Ciencias Ocultas (#ULCO) descubrieron que en pleno 2023 y como efecto colateral de la pandemia Covid-19, la persecución de Brujos auténticos o imaginarios se ha incrementado en niveles aún no cuantificados, pues son catalogados por las autoridades de diferentes naciones como ataques o crímenes violentos comunes.
Decidimos compartir con nuestros discípulos la siguiente historia de un Brujo de nacimiento de Angola que llegó como refugiado a America para protegerse de la cacería que persiste en muchas zonas de su país y de otros lugares de África en contra de quienes practican la Magia o, peor, contra humanos que caen bajo la sospecha social de ser hechiceros, sin serlo.
A pesar de que los gobiernos civiles aceptan que los Sumos Sacerdotes de algunas cofradías, como la Kimbanda, son importantes líderes sociales y curanderos, y se les permite llevar a cabo sus rituales cotidianos, otros grupos de influencia han sido capaces de incidir en la voluntad de la población.
Al principio de la pandemia, cuando había enorme desconocimiento de la enfermedad y muchas personas murieron por ese motivo, en países como Angola se corrió el rumor de que la tragedia humana del Covid-19 tenía como raíz maldiciones y prácticas de Brujería. Peor aún, el intento de una sacerdotisa por controlar la rápida diseminación de la enfermedad con hechizos, terminó en enfrentamientos entre pobladores y presuntos brujos, especialmente algunas mujeres seguidoras de la cofradía esotérica, los cuales fueron golpeados, violentados e inclusive desnudados para ser exhibidos públicamente.
Dado que algunos Brujos y sus seguidores intentaron tomar venganza después de estos incidentes, marcando puertas con símbolos de Magia Negra y arrojando testigos y despojos de conjuros y encantamientos en las calles, así como en casas, negocios y oficinas gubernamentales, muchos terminaron encarcelados.
Los amuletos y despojos de conjuros fueron considerados evidencia de delito ante autoridades civiles. Algunos presuntos brujos robaron cadáveres de las morgues para hacer sus trabajos y eventualmente, la incertidumbre, la ignorancia y la angustia sacaron lo peor de todos los que estaban en la región. ⛎
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